Aparcar bien es una de las habilidades que más cuesta perfeccionar cuando aprendemos a conducir. Aunque parezca algo sencillo, es muy fácil caer en errores que pueden dañar el coche o ponernos en una situación complicada. Por eso, en el artículo de hoy repasamos los fallos más comunes al aparcar y cómo evitarlos.
1. No usar los espejos correctamente 2. Girar el volante demasiado tarde (o demasiado pronto) 3. No dejar suficiente espacio al coche de al lado 4. No calcular bien el tamaño del hueco 5. No utilizar las ayudas al aparcamiento Desde Escuela de Conductores insistimos en que aparcar bien requiere práctica, paciencia y atención. Cuanto más lo hagas, más natural te saldrá. Y recuerda: si fallas, ¡no pasa nada! Todos hemos tenido que maniobrar dos veces.
Uno de los errores más frecuentes es no mirar bien los retrovisores. Son clave para controlar las distancias y evitar golpes, sobre todo en maniobras como el aparcamiento en batería o en paralelo.
El momento en el que empiezas a girar puede marcar la diferencia entre un aparcamiento limpio y tener que corregir varias veces. Lo ideal es practicar la referencia visual de cuándo empezar a girar según el tipo de aparcamiento.
Aparcar pegado a otro coche puede dificultar que alguien abra la puerta o que tú mismo salgas. Lo mejor es dejar un margen razonable para evitar complicaciones (siempre que sea posible)
A veces, por las prisas, intentamos meter el coche en huecos demasiado justos. Si dudas, mejor sigue buscando otro sitio: más vale tardar un minuto más que arriesgarse a un roce o a un problema mayor.
Muchos coches actuales tienen sensores o cámara trasera. Si los tienes, úsalos. Pero, ojo, no confíes solo en ellos: combínalos siempre con una buena observación.