El alcohol sigue siendo una de las principales causas de accidentes graves en carretera. Por eso, cada vez son más las voces que piden tolerancia cero: ni una gota si vas a conducir. Sin embargo, desde la Dirección General de Tráfico explican por qué, al menos por ahora, no es viable establecer una tasa 0,0 de alcohol en los controles de alcoholemia. Te lo contamos en este artículo.
Actualmente, en España se mantiene una tasa máxima de 0,5 g/l en sangre (o 0,25 mg/l en aire espirado para conductores en general), aunque, como hemos comentado en alguna otra ocasión, se está trabajando para reducirla a 0,1 mg/l, siguiendo el modelo de países como Suecia o Noruega, principales líderes en seguridad vial.
Pero ¿por qué no dar un paso más y dejarla en cero? La DGT informa que, por el momento, esta aplicación es inviable, ya que existen alimentos, medicamentos e incluso algunas bebidas sin alcohol que pueden contener pequeñas cantidades de alcohol. Estas trazas, aunque no afecten a la conducción, sí podrían dar positivo en un control, lo que generaría sanciones injustas y “falsos positivos”.
Además, desde la DGT explican que endurecer las sanciones no siempre tiene el efecto deseado, especialmente en quienes consumen alcohol de forma habitual. Por eso insisten en que la clave está en la educación y la concienciación social.
Y es que, como bien apuntan, reducir la siniestralidad no se trata solo de una cuestión económica, sino que se trata de vidas humanas. Cada accidente que evitamos es una persona que llega a casa sana y salva. Por eso, más allá de lo que marque el alcoholímetro, lo más seguro es aplicar esta norma personal: si bebes, no conduzcas.