El móvil se ha convertido en una extensión de nuestra mano. Sin embargo, al volante puede ser un arma peligrosa. Y aunque todos sabemos que está prohibido usarlo mientras conducimos, todavía hay dudas frecuentes como: ¿qué pasa si lo cojo cuando estoy parado en un semáforo en rojo?
La respuesta es sencilla: no se puede. Desde la reforma de la Ley de Tráfico de 2022, no solo está prohibido utilizar el teléfono, sino también sujetarlo con la mano aunque no lo estés usando. El coche, aunque esté detenido en un semáforo, sigue formando parte del tráfico rodado y, por tanto, se considera que estás conduciendo.
De hecho, el Ministerio del Interior aclaró esta situación en la Instrucción SANC 22/06, donde pone el siguiente ejemplo: Una parada ante un semáforo es una detención y este movimiento entra dentro del ejercicio de la conducción. ¿Por qué? Porque el coche no está inmovilizado por completo y sigue formando parte del tráfico rodado.
¿Qué consecuencias tiene?
Usar el móvil al volante es una infracción grave. Si te pillan, la sanción no es pequeña:
- 200 euros de multa.
- 6 puntos menos en el carnet de conducir.
Además, los datos hablan por sí solos. Según el Estudio Emotional Driving 2024, el 62,8% de los conductores españoles reconoce que usa el móvil mientras conduce. Muchos lo hacen “solo un momento”, pero esa distracción de segundos puede ser suficiente para provocar un accidente.
Solo hay una forma correcta de usarlo y lo sabes muy bien: con el coche bien aparcado o parado en un lugar seguro y fuera del tráfico. Así que, ya sabes, nada de aprovechar los semáforos o los atascos para mirar WhatsApp o contestar un correo. Porque al final, lo importante no es solo evitar una multa: es llegar seguro.