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El carnet de moto y la mejor equipación para el motorista

Tanto el carnet A como el carnet A1, A2 o AM permiten a su titular conducir motos de diferente cilindrada. En la preparación para sacarse el carnet de moto o cualquier otro tipo de carnet de conducir, el interesado estudia qué tipo de ropa es recomendable llevar al conducir, en especial los motoristas, ya que no cuentan con la misma protección de la que ofrecen coches, camiones o cualquier otro vehículo, y están mucho más sometidos a las inclemencias del clima.

El casco es absolutamente obligatorio y los guantes y botas son muy importantes. El calor veraniego invita a dejar en casa el mono de cuero, pero debemos tener en cuenta que ante una caída con la moto, éste nos protege de desgarros y heridas mayores. En lugar del pesado mono existen chaquetas y guantes perforados que dejan correr el aire y ofrecen mayor comodidad al motorista para épocas en las que hace más calor. Hay un amplio abanico de precios y modelos y se amortizan rápido, aunque sea por la sensación de evitar el calor. Más raros son los pantalones perforados, existiendo los tejanos reforzados con cordura.

En invierno, los motoristas novatos suelen pensar que cuantas más capas lleven es mejor, pero la realidad es que la acumulación de ropa dificulta el pilotaje. Tampoco es buena idea utilizar la misma ropa que se utiliza en la calle. Tres capas son suficientes: una de ropa térmica (a ser posible ligera, con las costuras planas y transpirable) es básica. Exteriormente una cazadora, a ser posible que permita unirse con una cremallera y con protecciones, y en medio un forro polar (algunas cazadoras llevan uno desmontable).

Sólo así el motorista podrá protegerse de las inclemencias del tiempo. El chubasquero es imprescindible los días de lluvia, pero siempre debe llevar manga larga, pantalón largo y guantes. El mejor calzado son las botas, que se pueden sustituir por un calzado cerrado. Ante cualquier caída ofrecen la mejor protección posible, evitando dolorosas heridas y problemas traumáticos que impliquen a nervios o tendones.

Disfrutar de la libertad de la moto es una de las mejores sensaciones para un motero, sin embargo, debemos tener en cuenta que la seguridad es lo primero, y más vale prevenir ante una caída, que lamentarnos después.

 

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