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Las lesiones más frecuentes en los accidente de moto

Conducir una moto no es un deporte de alto riesgo, pero puede llegar a serlo. Nadie puede garantizar que un piloto no sufrirá un accidente de moto, pero sacarse el carnet de moto en una autoescuela adecuada, donde no sólo se aprendan los conceptos técnicos sino también a ser un buen conductor prudente y respetuoso con las normas de seguridad vial puede ser un valor seguro a la hora de tener un accidente de moto. Otro, conducir bien equipado, con el casco reglamentario y, en caso de máquinas de gran cilindrada, un traje especializado y protector.

A pesar de que lo ideal es no tener nunca un accidente, es bueno saber cuáles son los accidentes de motos más habituales y las lesiones que éstos pueden acarrear, para así poder tomar medidas de precaución cuando nos veamos en situaciones similares.

Fractura en la pelvis. Habitual cuando el motorista sufre un accidente por alcance o es golpeado por otro vehículo. La pelvis está muy próxima a varios órganos vitales- la médula espinal, por ejemplo, por lo que estas lesiones pueden ser graves. 

Abrasión en la piel. Provocada por las caídas y roces con el pavimento o el asfalto. Pueden ser de gravedad si el siniestro es serio y el motorista va desprotegido o vestido de forma veraniega. Por ello es muy importante ir siempre bien equipado. Recuerda que cuando conduces una moto, tu cuerpo es quien recibe los golpes ante una caída, por lo que, incluso aunque vaya a ser una distancia corta, vístete con las protecciones necesarias.

Fracturas en piernas y brazos. Las extremidades quedan casi totalmente expuestas y desprotegidas en la conducción de motos. Las piernas son fácilmente golpeadas en colisiones con vehículos y los brazos, instintivamente, se utilizan para parar caídas cuando se sale despedido. Las fracturas en esta zona del cuerpo son muy habituales. Es importante que si sufres una caída, intentes no despegar los brazos del cuerpo, para evitar golpes extra o fracturas.

Lesiones en cuello y espalda. De las más imprevisibles. El cuerpo sufre el impacto directo con el suelo u otros objetos y esto puede ser grave si el accidente ha sido importante.  

Traumatismo craneoencefálico. Pese al casco, es posible que ocurra si el golpe ha sido muy fuerte. Es una parte muy sensible del cuerpo, por lo que su protección es esencial.

En definitiva, aunque no hay que cogerle miedo a la moto, no hay que olvidar que puede llegar a ser uno de los medios de locomoción más peligrosos por la tremenda exposición que el piloto -y un eventual acompañante- tiene a los siniestros. La mejor protección es una conducción segura y estar atento a la carretera y a los otros conductores cuando se lleva el vehículo.

 

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