La vuelta al cole ya está aquí y, aunque pensemos que todo gira en torno a libros, horarios y rutinas, también hay un aspecto clave relacionado con la seguridad vial: cómo llevamos la mochila de los más pequeños en el coche. Te lo contamos en el artículo de esta semana:
La Guardia Civil y la DGT aprovechan estas fechas para recordarnos que un gesto tan simple como colocar bien tu equipaje puede marcar la diferencia en la seguridad de toda la familia.
Lo primero es evidente: las mochilas nunca deben ir sueltas en el habitáculo. Su lugar está en el maletero, y lo ideal es asegurarlas con una red o sistemas de sujeción que eviten que se muevan. Puede parecer exagerado, pero no lo es, ya que, en caso de frenazo brusco, una mochila de 4 kilos puede convertirse en un proyectil de hasta 158 kilos de fuerza. Es lo que se conoce como el “efecto elefante”, y puede causar graves lesiones a los ocupantes.
Otro detalle que no muchos conocen es la recomendación de la DGT de abrochar los cinturones traseros incluso cuando no hay pasajeros. ¿Por qué? Porque en una colisión, ese gesto ayuda a que la carga del maletero no se desplace hacia el interior del coche. Un pequeño hábito que puede marcar una gran diferencia en un accidente.
La rutina diaria de llevar a los niños al colegio es un momento en el que solemos bajar la guardia. Vamos con prisas, pensando en llegar a tiempo al trabajo o a las clases, y olvidamos detalles básicos que refuerzan nuestra seguridad. Por eso, antes de arrancar, merece la pena revisar: niños bien sujetos en sus sillitas homologadas, mochilas al maletero y cinturones abrochados.
En definitiva, la vuelta al cole es también una oportunidad para repasar buenos hábitos al volante. Porque la seguridad empieza con los gestos más sencillos.