Una de las infracciones más cometidas en la carretera es el exceso de velocidad, es decir, circular a una velocidad superior a la recomendada. Para controlar este tipo de imprudencias hay elementos controladores como los radares, cámaras, drones y controles policiales. Pero hace poco la DGT ha repartido por toda España unos nuevos dispositivos de control: los radares invisibles.
Estos nuevos radares se llaman Veloláser y son muy difíciles de identificar, de ahí que se les conozca como “invisibles”. Son dispositivos que, además, detectan la velocidad desde los 1.200 metros de distancia hasta los 1.500 metros. Para hacerse una idea de su alcance lo vamos a comparar con el Pegasus, un sistema integrado en algunos helicópteros para medir y registrar la velocidad de los vehículos, y que tiene una capacidad de 1.000 metros de registro. Por tanto, los radares Veloláser superan a los helicópteros Pegasus.
Los Veloláser son dispositivos bastante pequeños que pueden acoplarse en casi en cualquier parte, ya que su altura no supera los 50 centímetros y pesan 2 kilos. Suelen colocarse en las señales de tráfico o sobre un trípode. Su ubicación es desconocida, pero la red social Social Drive ha recopilado las posiciones exactas de cada uno de estos radares y los ha integrado en un mapa personalizado de Google Maps.
Se reparten en toda España, pero donde más radares concentrados hay es en Galicia, Madrid y Toledo. Estos mapas son ahora mismo la fuente más fiable, pero cabe recordar que son radares móviles, esto es, que se van cambiando de lugar. Las ubicaciones marcadas en el mapa son donde se han podido ver los Veloláser por última vez.
Hay que entender que los radares no son el enemigo ni están únicamente para poner multas, sino para controlar la circulación y velar por la seguridad vial. Por eso, se debe circular siempre de una forma responsable para evitar posibles multas y situaciones conflictivas o accidentes.
