Cambiar de carril constantemente para “ganar tiempo” puede parecer inofensivo, pero es un hábito que pone en riesgo tu seguridad y la de los demás. Te lo contamos todo en el artículo de hoy.
La Dirección General de Tráfico (DGT) lo considera una conducta altamente peligrosa, y las consecuencias legales pueden ser muy graves. Cuando zigzagueas entre carriles sin necesidad ni señalización, generas situaciones imprevisibles para otros conductores, aumentas el riesgo de colisiones por frenadas bruscas o invasión involuntaria de carril, y pones a prueba tu capacidad de reacción y la de quienes te rodean. Lo que parece un pequeño atajo puede multiplicar el riesgo de accidentes en la carretera.
Zigzaguear no es solo un mal hábito: la ley lo tipifica como infracción grave, con multa de 200 euros. Si la maniobra se considera conducción temeraria, por ejemplo, obligando a otros coches a maniobrar bruscamente o invadir el carril contrario, la sanción puede alcanzar los 500 euros y la pérdida de seis puntos del carnet de conducir.
Para circular seguro y evitar problemas, lo fundamental es:
- Señalizar siempre antes de cambiar de carril
- Comprobar retrovisores y ángulo muerto
- Mantener la distancia de seguridad y no intentar recuperar segundos a costa de tu seguridad ni la de los demás.
Ganar unos segundos zigzagueando puede parecer tentador, pero no vale el riesgo. Conducir respetando los carriles, señalizando y manteniendo la previsión no solo evita multas, sino que puede salvar vidas. Recuerda que la carretera es un espacio compartido y cada gesto cuenta.