Cambiar de marcha es una de esas acciones que hacemos casi sin pensar al conducir. Pero… ¿lo estamos haciendo bien? Aunque parezca sencillo, muchos conductores, incluso con años de experiencia, cometen errores que poco a poco pueden pasarle factura al coche. Te lo contamos en el artículo de hoy.
Usar bien la caja de cambios no solo ayuda a que el coche funcione mejor, sino que también mejora el consumo y la seguridad. Por eso, vamos a repasar algunos fallos muy comunes:
- Circular en marchas demasiado cortas o largas: muchos conducen con la marcha equivocada por miedo a que el coche se cale o por no querer “forzarlo”. ¿Resultado? Más consumo, más ruido y más desgaste del motor.
- Apoyar la mano en la palanca de cambios: parece inofensivo, pero ese gesto puede generar presión innecesaria sobre los mecanismos internos. Ya sabes, manos al volante.
- Pasar de marcha sin pisar el embrague del todo: forzar el cambio puede dañar los sincronizadores de la caja. No te olvides de pisar el embrague a fondo.
- Mantener pisado el embrague al parar: muchos lo hacen en los semáforos, pero es una mala costumbre. Así solo desgastas el disco de embrague antes de tiempo. Mejor, punto muerto y pie al freno.
- Reducir marchas bruscamente sin frenar primero: esto puede desestabilizar el vehículo, sobre todo en curvas o cuando el suelo esté mojado. Primero reduce velocidad con el freno y luego cambia de marcha.
Usar correctamente las marchas es una mezcla entre técnica y atención. Y aunque al principio parezca un detalle menor, a la larga se nota: en el confort de conducción, en el mantenimiento del coche y también en el bolsillo. Así que, haz un esfuerzo y pon atención al uso de las marchas. Tu coche te lo agradecerá.