Todos coincidimos en que el verano es sinónimo de vacaciones, escapadas y kilómetros por recorrer… pero también es una de las épocas del año con mayor siniestralidad en carretera. El calor, los desplazamientos masivos y una conducción excesivamente relajada pueden jugarnos malas pasadas. Ya viajes en coche, moto o caravana, conviene estar alerta. Este artículo te contamos los accidentes más frecuentes en esta época del año:
- Alcances por despiste o fatiga. En trayectos largos o bajo el sol, el cansancio aparece antes de lo normal. Un segundo de distracción puede acabar en un golpe por alcance, especialmente en atascos o retenciones.
- Salidas de vía en carreteras secundarias. En busca de calas escondidas o pueblos con encanto, muchos conductores circulan por vías menos conocidas, donde es fácil perder el control si no se adapta la velocidad.
- Caídas en moto por exceso de confianza o un equipamiento inapropiado. El buen tiempo anima a usar la moto, pero a veces se baja la guardia: chanclas, pantalones cortos… y sin protección, una caída leve puede tener consecuencias graves.
- Complicaciones con caravanas o remolques mal sujetos. La falta de experiencia al conducir con carga extra puede provocar balanceos, pérdida de estabilidad o problemas en frenadas
- Atropellos en zonas masificadas. Más peatones, más bicicletas y más patinetes. En zonas con mucho movimiento es clave extremar la precaución, sobre todo en los pasos de peatones o en calles estrechas.
Este verano antes de ponerte en ruta revisa siempre tu vehículo, haz pausas cada dos horas y mantén la calma en la carretera. El verano está para disfrutarlo y más vale llegar al destino sin problemas que pasarlo mal por el camino.
