Es tan importante saber manejar un vehículo como tener en cuenta el entorno que nos rodea para prevenir accidentes en la vía. Las multas tienen el objetivo de evitar este tipo de situaciones y los conductores, por lo general, conocen las reglas de circulación.
A pesar de ello, en muchas ocasiones, suelen asaltarnos dudas y no llegamos a tener del todo claro si nos sancionarían o no. ¿Corremos riesgo de que nos multen si mojamos a un peatón? ¿Qué pasa si no llega la notificación a casa? ¿Eso significa que no tenemos que pagar nada?
A continuación desmontamos los falsos mitos más famosos sobre multas de tráfico:
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“Si te multan en una ciudad en la que no vives, nunca te llegará a casa” : Quizá años atrás, esta afirmación hubiese sido real. La Administración ya está lo suficientemente desarrollada como para localizar los datos de los infractores, por lo que sí, nos llegaría la multa incluso si el incumplimiento se da en otro país.
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“¿Cómo te van a multar si pasas en ámbar por el semáforo?”: No olvidemos que las luces ámbar equivalen a las rojas a no ser que sea imposible frenar por motivos de seguridad. No vale acelerar para pasar.
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“Si la sanción no te llega a casa, no te han multado”: Las multas se publican en los boletines TEU y TESTRA, así que, en caso de que creas que existe la posibilidad de que te hayan puesto una, es conveniente que lo consultes.
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“No te pueden multar por incumplir una ley que no conoces”: Desconocer una ley no te exime de su cumplimiento. Aunque sea complicado aprenderse de memoria la legislación de tráfico, no sirve como justificación ante una infracción.
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Tirar colillas por la ventana: Esta acción, además de conllevar una sanción económica de 200 euros, puede acarrear la retirada de 4 puntos del carnet.
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“Si salpicas a un peatón por la calle no te pueden multar”: Error. El artículo 2 del Reglamento General de Circulación especifica que los usuarios de la vía están obligados a comportarse de forma que no entorpezcan indebidamente la circulación ni causen peligro, perjuicios o molestias innecesarias a las personas, o daños a los bienes. El peatón podría presentarse en la Jefatura de tráfico y la multa sería de 80 euros. La solución a este tipo de situaciones, sin duda, es tratar de ser cívicos responsables con el entorno. Además, si circulamos a una velocidad alta por suelo mojado, corremos riesgo de que se produzca el efecto aquaplanning.
