La relación entre velocidad y consumo de combustible de tu vehículo es muy directa. A mayor velocidad, mayor gasto de carburante, ya tengas un coche de gasolina o de diesel.
Al acelerar más el vehículo, el motor debe trabajar más y, por lo tanto, consumir más combustible.
Recomendaciones para el ahorro de combustible
Si miras por tu economía particular y te preocupas por cuidar el medio ambiente, te interesará conocer algunas pautas para el ahorro de combustible de los vehículos.
- Evita conducir de manera brusca, con acelerones y frenazos. Lo adecuado es mantener una velocidad constante.
- Circula con la marcha adecuada. Si conduces a una determinada velocidad pero en una marcha inferior, el motor se revolucionara y, por consiguiente, consumirá más combustible.
- Evita conducir a velocidades altas. Cuando tu coche está circulando debe soportar su propio peso, así como el de los viajeros y el equipaje. Pero no es la única resistencia a la que hacer frente. Tendrá que vencer la fuerza del aire. A mayor velocidad, mayor es dicha resistencia y, por tanto, mayor es el consumo de carburante. Por tanto, recuerda circular siempre a la menor velocidad posible y con el menor peso posible.
- En las subidas, reduce la marcha. Además de ahorrar en combustible, evitarás averías por "forzar" al coche a subir una cuesta a una marcha inadecuada.
- Por su parte, en las bajadas, acelera poco. Aprovecha la propia inercia del vehículo para que avance en las cuestas abajo.
- En cruces y glorietas, reduce la marcha.
Además, es aconsejable planificar bien el trayecto y elegir el más corto o bien el que presente menos tráfico, pues estar parado durante largos minutos también afecta.
Todos esos factores influyen en la relación entre velocidad y consumo de combustible, por lo que deberás aplicarlos en tú día a día para un mayor ahorro de carburante y una menor emisión de contaminación a la atmósfera.
