Los nuevos mini radares de la Dirección General de Tráfico (DGT) han sido diseñados para controlar las infracciones en las carreteras (sobre todo, pero no únicamente, los excesos de velocidad) y, además, ejercer una intimidación (por la coacción que implican las sanciones que se pueden imponer) capaz de evitar las malas conductas por parte de los conductores.
Como sabes, los radares de control de la velocidad son unos aparatos que ya vienen siendo utilizados, desde hace años, por la DGT. Sin embargo, en este texto vamos a referirnos a unos instrumentos mucho más avanzados. Se trata de los velolaser.
En las siguientes líneas te explicamos sus prestaciones principales.
¿Qué ventajas aportan estos innovadores radares?
Si los radares convencionales ya resultaban bastante efectivos, los nuevos modelos aportan el factor móvil, dado que su pequeño y compacto tamaño y el hecho de no contar con cables son características que les proporcionan una gran versatilidad.
Por consiguiente, pueden ser utilizados disimuladamente. Por ejemplo, escondidos en los arbustos, los guardarraíles o las mismas motos de los agentes de tráfico. Así que el factor sorpresa se convierte en una de sus aportaciones más relevantes a la hora de detectar infracciones.
Al ser portátiles, pueden ser trasladados con facilidad por los vehículos de los agentes policiales. Y, además, funcionan mediante tecnología láser, en lugar de por ondas. Esta circunstancia favorece su control a una distancia superior a 50 metros, por lo que las informaciones que captan pueden ser comprobadas mediante la tablet asociada a este dispositivo.
Aparte, hemos de recordarte que la sofisticada tecnología empleada en estos aparatos permite controlar dos carriles simultáneamente. Incluso es posible el envío de imágenes vía wifi.
En conclusión
Definitivamente, se trata de unas herramientas de gran importancia para controlar las infracciones de tráfico y convertir, en consecuencia, nuestras carreteras en unos espacios más seguros.