Estás de vacaciones, has llegado a tu destino y solo queda un paso: aparcar. Pero ojo, porque aquí también pueden surgir problemas si bajas la guardia. Ya sea en una playa abarrotada, un rincón rural con cuestas o en una ciudad turística llena de coches, hay errores comunes que conviene evitar para no estropear el plan. Te lo contamos en el artículo de hoy.
En zonas de costa o ciudades turísticas, muchas veces cuesta encontrar un hueco, pero eso no significa que todo valga. Aparcar en un vado, en pasos de peatones o invadiendo aceras no sólo puede acabar en multa, sino que puede entorpecer a otros y ocasionar un problema. Comprueba siempre la señalización y si la zona es de pago.
En el caso de estar en un pueblo o en zona montañosa, asegúrate de dejar bien aparcado el coche. Usa el freno de mano y deja una marcha puesta (primera si subes, marcha atrás si bajas) y gira las ruedas hacia la acera o bordillo. Estos gestos tan sencillos pueden evitar que tu coche termine desplazándose solo.
Por otro lado, parece obvio, pero muchas veces la prisa o el despiste pueden jugarnos una mala pasada. Dejar mochilas, móviles o bolsas a la vista en zonas de mucho tránsito turístico, aunque sea por poco tiempo, puede arruinarte las vacaciones. Así que, recuerda, guárdalo en el maletero antes de llegar al destino, nunca una vez aparcado.
Y, por último, el cansancio del viaje, el calor y las calles estrechas pueden provocar roces innecesarios. Tómate tu tiempo, usa los retrovisores (y los sensores si tienes), y si es necesario, pide ayuda para maniobrar. Aparcar bien también es conducir bien.
Desde Escuela de Conductores te deseamos unas vacaciones con cabeza no sólo conduciendo, sino también a la hora de aparcar.