A todos nos gusta ir a la playa hasta que toca volver al coche y descubres que medio arenal se ha venido contigo en el coche. Y no, no basta con una pasada rápida con la aspiradora. La arena se cuela por todas partes: asientos, alfombrillas, juntas, y hasta el maletero. En este artículo te contamos cómo hacerlo sin desesperarte. Puede llevar algo de tiempo, pero merece la pena.
1. Vacía el coche
Antes de empezar a limpiar, retira todo lo que pueda acumular arena: mochilas, toallas, alfombrillas, juguetes de playa... Sácalos del coche y sacúdelos bien fuera.
2. Aire a presión antes de aspirar
No cometas el error de pasar directamente la aspiradora: si la arena está muy incrustada, podrías dañar la tapicería. Primero, usa aire comprimido (puedes encontrarlo en algunas gasolineras o usar un compresor doméstico) para levantar los granos más rebeldes.
3. Aspira con cuidado
Ahora sí, toca aspirar, pero sin presionar demasiado. Usa una boquilla estrecha para llegar a las juntas y rincones. Hazlo con calma, y sin movimientos bruscos que puedan empujar más la arena hacia el fondo.
4. Limpieza con microfibra
Una vez aspirado todo, pasa un paño húmedo de microfibra por plásticos, puertas y salpicadero. Evita productos abrasivos o trapos ásperos: mejor utilizar materiales suaves en el interior.
5. No olvides el exterior
Si el coche ha estado cerca del mar, conviene lavarlo a fondo (mejor con agua a presión que con rodillos) para eliminar salitre y restos de arena en la carrocería y los bajos.
De todas formas, si quieres evitar que esto te vuelva a pasar, te damos un último consejo: coloca alfombrillas de goma en verano, sacude bien los pies y objetos antes de subir al coche y, si puedes, lleva una pequeña escobilla o cepillo. De esta manera tu día en la playa será mucho más llevadero dentro y fuera del agua.