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Cómo actuar si hay hielo en la carretera

Encontrarse con hielo en la carretera es una de las situaciones más peligrosas que puede encontrarse un conductor al volante.

La mayoría de accidentes se producen en los meses de invierno, por lo que preparar el coche ante las condiciones meteorológicas adversas de estos meses resulta fundamental para poder reaccionar mejor ante las inclemencias.

En este sentido, es importante revisar el nivel de líquidos (frenos, aceite, y dirección). El anticongelante se ha de rellenar si es necesario o cambiarlo si tiene más de dos años de antigüedad. También hay que revisar la batería, verificando el líquido y si está bajo, rellenarlo con agua destilada.

Además, conviene comprobar que todas las luces funcionan, los faros deben estar bien regulados y limpios. Por otra parte, se deben revisar las escobillas de los limpiaparabrisas, se recomienda añadir alcohol al depósito del agua para evitar su congelación.

Asimismo, los neumáticos con dibujo marcado y la presión adecuada reducen el riesgo de accidente al poseer una mayor adherencia y reducir la distancia de frenada.

Las heladas suelen producirse entre la última hora de la noche y la primera hora de la mañana.  Se ha de estar alerta porque las placas de hielo no se detectan a simple vista, ya que se encuentran en zonas oscuras y húmedas, y no siempre en zonas de montaña.

Hoy en día la mayoría de los coches (de gama media o media-alta) cuentan con avisadores de temperatura que pueden ayudarnos a prevenir una situación difícil, pero lo realmente importante es una reacción rápida del conductor en caso de encontrarse con placas de hielo.

La manera adecuada de actuar ante el hielo es reducir la velocidad, mantener una distancia de seguridad mayor a la normal con el vehículo que tengamos delante, no aproximarse a los interiores de las curvas para evitar la mayor concentración de hielo y sobre todo mantener la calma pero actuar con diligencia.

Se ha de procurar conducir con la marcha más larga posible y no frenar o acelerar bruscamente. Cuando hay hielo en la carretera, la adherencia se reduce a mínimos, por lo que se ha de manejar la dirección lo más recta y suavemente posible.

Si al frenar el coche sobrevira (gira más de lo que marcamos con el volante y se descontrola la parte trasera), tenemos que girar el volante en sentido contrario hasta que el coche se coloque.

En caso contrario, cuando el coche subvire o se nos descontrole de la parte delantera, lo más recomendable es levantar el pie del acelerador y abrir suavemente la dirección para poder recuperar el control y la adherencia.

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